A principios de mayo tuve un fin de semana de locura; el viernes estaba invitada a una cena, el sábado a otra, y el domingo tuve comida familiar. Ya sabéis lo que dicen: días de mucho, vísperas de morirte del asco en casa.... El caso es que tenía que llevar algo a las cenas y se me ocurrió que podría quedar muy bien llevando unos hojaldres. Gustaron mucho...
Los ingredientes:
1 lámina de hojaldre refrigerado.
1 bote de pesto de buena calidad.
1 tarrina de queso philadelphia.
1 huevo.
1 cucharada de semillas de sésamo.
El cómo: sacas el hojaldre del paquete y lo desenrollas. Comprobarás que suelen hacer esas masas refrigeradas redondas y tú lo que quieres es un rectángulo. Bien, pues es hora de coger el rodillo, que le pongas un poco de harina, y que estires la masa hasta conseguir más o menos el rectángulo deseado.
¿Ya lo tienes? Pues ahora abre el bote de pesto y pon un tercio en un bowl. Abre el paquete de queso phildelphia y ponlo en el bowl también. Ahora mezclalo bien. Pon mientras el horno a precalentar a 220º.
Final: Sobre la masa de hojaldre pones la mezcla bien extendida. Y empiezas a enrollar el hojaldre haciendo como un sushi gigante. Cuando te haya quedado como un mega porro, lo pones con cuidado sobre la tabla de cortar. Coges un cuchillo afilado y lo cortas en rodajas de 2 cm de grosor.
Pones en la bandeja del horno honda papel vegetal (lo venden en eroski, por ejemplo, en rollos). Luego colocas las rodajas tumbadas y un poco separadas las unas de las otras, pues el hojaldre hinchará. Bates el huevo y con una brocha cubres por encima, una a una, las rodajas de hojaldre. Y, por último, espolvoreas sobre ellas las semillas de sésamo.
Cuando esté el horno caliente, se mete la bandeja y se deja a esa misma temperatura unos 20 minutos. Estos hojaldres os pueden durar al menos 3 días bien cerrados en un tupper en la nevera. Y se pueden comer fríos o calientes.
Los ingredientes:
1 lámina de hojaldre refrigerado.
1 bote de pesto de buena calidad.
1 tarrina de queso philadelphia.
1 huevo.
1 cucharada de semillas de sésamo.
El cómo: sacas el hojaldre del paquete y lo desenrollas. Comprobarás que suelen hacer esas masas refrigeradas redondas y tú lo que quieres es un rectángulo. Bien, pues es hora de coger el rodillo, que le pongas un poco de harina, y que estires la masa hasta conseguir más o menos el rectángulo deseado.
¿Ya lo tienes? Pues ahora abre el bote de pesto y pon un tercio en un bowl. Abre el paquete de queso phildelphia y ponlo en el bowl también. Ahora mezclalo bien. Pon mientras el horno a precalentar a 220º.
Final: Sobre la masa de hojaldre pones la mezcla bien extendida. Y empiezas a enrollar el hojaldre haciendo como un sushi gigante. Cuando te haya quedado como un mega porro, lo pones con cuidado sobre la tabla de cortar. Coges un cuchillo afilado y lo cortas en rodajas de 2 cm de grosor.
Pones en la bandeja del horno honda papel vegetal (lo venden en eroski, por ejemplo, en rollos). Luego colocas las rodajas tumbadas y un poco separadas las unas de las otras, pues el hojaldre hinchará. Bates el huevo y con una brocha cubres por encima, una a una, las rodajas de hojaldre. Y, por último, espolvoreas sobre ellas las semillas de sésamo.
Cuando esté el horno caliente, se mete la bandeja y se deja a esa misma temperatura unos 20 minutos. Estos hojaldres os pueden durar al menos 3 días bien cerrados en un tupper en la nevera. Y se pueden comer fríos o calientes.
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