Falafel.

Esas deliciosas y crujientes croquetas de garbanzos son tan fáciles de hacer que no os lo vais a creer. Además, una vez hecha la masa, he podido comprobar que congela perfectamente. Así que, aunque con los ingredientes que os doy, salga mucha masa, no pasa nada. ¡Congeláis la mitad y listo!
Los ingredientes:
1 vaso de los de agua lleno de garbanzos crudos.
3 ajos.
1 cucharada de perejil seco.
1 cucharada de cilantro en polvo.
1 chile.
2 cucharadas de harina.
1 sobre de levadura.
1 cucharilla de comino.
1 huevo.
Sal y pimienta.
Una picadora o una batidora de vaso (de las que se usan para hacer los batidos).
Previo: la noche anterior dejáis en remojo los garbanzos con agua. Al día siguiente los escurrís y ya están listos para la receta. No hay que cocerlos ni nada por el estilo.
Lo primero: Coge los garbanzos escurridos y ponlos en la picadora. Quedarán como con una textura parecida al pan rallado pero un poquito más gordo. Échalos en un bowl.
Después: echa en la picadora el resto de los ingredientes y 2 cucharadas del picado de garbanzos. Mezcla bien y échalo en el bowl junto con el resto de los garbanzos. Echa un huevo y remueve bien con una cuchara para que quede todo bien mezclado. Salpimienta al gusto. Ya tienes la masa hecha.
Final: Ahora es cuando puedes guardar la mitad de la masa si quieres para congelar. Con la otra mitad, te mojas las manos y vas formando albondiguitas pequeñas (un poco más grandes que una nuez). Cuando ya las hayas hecho todas, sólo hay que echarlas en aceite bien caliente y dejarlas hasta que se doren.
Yo lo suelo servir acompañado de salsa alioli. ¡Está buenisimo!