Scones ingleses.

No sé vosotros pero yo, cuando leo "Bollos americanos", lo único en lo que pensé fue en unos tiernos bollitos con su raja al medio y su azúcar glace por encima. Lo que menos me podía yo imaginar es que la paisana que sacó el libro de recetas se refería en realidad a los scones ingleses, que son unos bollos densos dulces (o salados) y muy habituales en la merienda tradicional de los ingleses. La próxima vez los haré con la forma adecuada, lo prometo. Eso sí, éstos quedaron increíbles, sobre todo rellenos de mermelada, jejeje.
Los ingredientes:
350gr de harina.
1 sobre de levadura royal.
50 gr de azúcar.
1 huevo.
75gr de mantequilla.
60ml de leche.
1 pizca de sal.
Empezamos: pon en un bowl la harina con la levadura, la sal y el azúcar. Parte la mantequilla con las manos en trocitos y agrégalos. Notarás cómo la masa se vuelve como con una textura de pan rallado gordo. Ahora haz un agujero en el medio y echa el huevo y la leche. Empieza a amasar con las manos y cuando veas que se despega la masa de las paredes del bowl, échala sobre una superficie enharinada.
Mientras: pon a precalentar el horno a 210ºc. Empieza a amasar, agregando un poco de harina, hasta conseguir una masa que no se pegue. Ahora divide la masa en 10 bolitas y ponlas sobre una bandeja de horno con papel vegetal. Aplasta un poco las bolitas con la palma de la mano.
Final: pinta los scones con huevo batido y mételos al horno durante 20 minutos. Cuando estén listos, échales azucar glace por encima.
Cuando estén fríos podéis partirlos a la mitad y rellenarlos con mantequilla y mermelada, o cualquier otra cosa dulce que se os ocurra. ¡Ya veréis qué bien os huele la casa!