Y yo sigo jugando con la pasta filo y con mi paciencia, haciendo tyropita a gran escala (es lo malo de la pasta esta, que tienes que terminarla cada vez que abres el paquete). Lo bueno es que congelan perfectamente y, cuando tenga gente en casa, podré quedar bien sólo con meterlas en el horno, jejeje.
Los ingredientes:
1 paquete de masa filo.
1 huevo.
150gr de queso feta.
200gr de queso philadelphia.
1 cucharilla de perejil.
Sal y pimienta negra al gusto.
Medio vaso de aceite de oliva.
Lo primero: prepara la bandeja del horno y fórrala con papel vegetal para ir colocando las tyropita que hagas. En un bowl, mezcla el huevo con el queso feta desmenuzado, y con el queso philadelfia. Echa el perejil y salpimienta. Con una cuchara mézclalo bien.
Después: coge la pasta filo y estirala. Con un cuchillo, córtala a lo largo en 4 tiras alargadas. Cúbrelas con un paño húmedo para que no se sequen mientras trabajas. Ahora coge dos tiras y pintalas con el aceite de oliva (usa una brocha). Pon una encima de la otra para hacer una tira con el doble de grosor. Ahora pon una cucharada de la mezcla de queso en uno de los extremos y dóblala haciendo un pequeño triángulo (sólo es unir la esquina derecha al lado izquierdo). Luego vuelve a doblarla siguiendo la forma del triángulo (es decir, esquina izquierda al lado izquierdo) y así hasta que llegue arriba del todo de la tira. Úntala con aceite por fuera y ponla sobre l a bandeja del horno. No te desesperes porque es realmente fácil, es sólo pillarle el truco.
Final: Cuando tengas todas las tyropita hechas, precalienta el horno a 180ºc y hornea durante 20 minutos o hasta que veas que la masa está doradita. El resultado es una especie de empanada de queso pero super crujiente y con un sabor a queso suave.
Ahora que he probado a hacerlas, me animaré a hacerlas con distintos rellenos. En Grecia también las hacen con queso feta y espinacas, las populares spanakopita. Pero también se puede hacer una versión española con setas, queso brie, y cebolla, ¿no creéis?
Los ingredientes:
1 paquete de masa filo.
1 huevo.
150gr de queso feta.
200gr de queso philadelphia.
1 cucharilla de perejil.
Sal y pimienta negra al gusto.
Medio vaso de aceite de oliva.
Lo primero: prepara la bandeja del horno y fórrala con papel vegetal para ir colocando las tyropita que hagas. En un bowl, mezcla el huevo con el queso feta desmenuzado, y con el queso philadelfia. Echa el perejil y salpimienta. Con una cuchara mézclalo bien.
Después: coge la pasta filo y estirala. Con un cuchillo, córtala a lo largo en 4 tiras alargadas. Cúbrelas con un paño húmedo para que no se sequen mientras trabajas. Ahora coge dos tiras y pintalas con el aceite de oliva (usa una brocha). Pon una encima de la otra para hacer una tira con el doble de grosor. Ahora pon una cucharada de la mezcla de queso en uno de los extremos y dóblala haciendo un pequeño triángulo (sólo es unir la esquina derecha al lado izquierdo). Luego vuelve a doblarla siguiendo la forma del triángulo (es decir, esquina izquierda al lado izquierdo) y así hasta que llegue arriba del todo de la tira. Úntala con aceite por fuera y ponla sobre l a bandeja del horno. No te desesperes porque es realmente fácil, es sólo pillarle el truco.
Final: Cuando tengas todas las tyropita hechas, precalienta el horno a 180ºc y hornea durante 20 minutos o hasta que veas que la masa está doradita. El resultado es una especie de empanada de queso pero super crujiente y con un sabor a queso suave.
Ahora que he probado a hacerlas, me animaré a hacerlas con distintos rellenos. En Grecia también las hacen con queso feta y espinacas, las populares spanakopita. Pero también se puede hacer una versión española con setas, queso brie, y cebolla, ¿no creéis?
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