Costillas de cerdo estofadas con tallarines.

Cojonudas. No sé qué más deciros, jajaja.

Los ingredientes para 2 personas:
500gr de costilla de cerdo fresca.
100gr de tallarines.
1 cebolla.
1 diente de ajo.
1 cucharilla de perejil seco.
1/1 cucharilla de cayena molida.
1/2 cucharilla de pimentón de la Vera.
1 cucharilla rasa de sal.
4 cucharadas de aceite de oliva.
1/3 vaso de brandy.

Lo primero: Parte la cebolla en trozos pequeños y pica el ajo. Ten todas las especias a mano. La costilla pártela con un cuchillo siguiendo el hueso para sacar trozos alargados. Echa en una cazuela el aceite y pon a pochar el ajo y la cebolla. Cuando ya estén blandos, echa la cayena, el pimentón, el perejil y la sal. Remueve y echa las costillas para que se doren.
Después: Cuando estén ya doradas por fuera, echa el brandy y deja que se evapore el alcohol. Luego echa un vaso y medio de agua (que cubra las costillas) y ponlo a fuego vivo hasta que empiece a hervir. En ese momento, baja el fuego al mínimo y déjalo cocer con la tapa puesta unos 20 minutos.
Final: Pasado ese tiempo, sube el fuego y quita la tapa, para que se reduzca la salsa. Eso te llevará unos 10 minutos. Mientras, puedes poner agua a hervir en una olla aparte con un poco de sal y aceite, y cocer los tallarines según las instrucciones del paquete. Así, cuando las costillas ya estén con la mitad del líquido, sólo es echar los tallarines dentro de la cazuela y dejar que cueza todo junto unos 5 minutos.
A la hora de comerlo podréis comprobar que todo el sabor de la salsa pasa a los tallarines y que las costillas están bien hechas pero jugosas por dentro. La cayena, si no os va el toque picante, podéis no echarla.