Hoy es una de esas tardes tontas en las que te apetece hacer un poco de house-working y, como no hay dos sin tres, puse la lavadora, el lavaplatos, ...y el horno. Este plumcake es una receta variada de la del bizcocho. De aspecto quedó perfecto y de sabor también (no nos engañemos, un bizcocho, por muy bueno que esté, NUNCA superará a un pastel de chocolate). Le eché unas cucharadas de mermelada de albaricoque intentando que quedaran centradas pero se han ido al fondo. Aun así, me estoy comiendo un trozo y todavía está ardiendo, jajajaja.
Los ingredientes:
1 yogur natural.
Una medida y media (1 1/2) de yogur relleno de azúcar.
1/2 cucharilla de levadura.
1/4 cucharilla de bicarbonato.
1/2 medida de yogur de aceite de girasol.
3 medidas de yogur de harina.
1 huevo.
125ml de queso fresco batido.
30ml de nata líquida (35%M.G.)
1 cucharilla de esencia de vainilla.
Echa todos los ingredientes en un bowl, bátelos bien con la batidora o con una cuchara. Que quede todo bien mezclado. Engrasa un molde con mantequilla y recorta un poco de papel vegetal para cubrir el fondo. Echa la masa del plumcake dentro. Con una cuchara echa mermelada de lo que tengas por casa.
Poner en el horno precalentado a 180ºc durante 40 minutos.
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